Íbamos con mi esposo Alfonso a dejar a mi cuñada en la Universidad cuando me llamó poderosamente la atención un aviso en la entrada de una Escuela que decía más o menos así:
“Aquí enseñamos Matemáticas, Idiomas, Física, Educación Física, Música, Geografía, Historia, etc…; los VALORES se ensañan en la casa…”
Por supuesto que Alfonso se molestó, indignado, alegando falta de responsabilidad de la Escuela; que cómo era posible y varios improperios al respecto, que “por eso estamos como estamos”.
Pero reflexioné sobre el tema y le manifesté que estaba totalmente de acuerdo con ese rótulo.
-Cómo así- me dijo. Y le contesté: “¿Tu conoces qué VALORES tienen los maestros y la misma institución en la que estudian tus hijos? ¿Dejarías que un tema tan relevante esté en manos de otras personas que no sea tu familia? ¿Y si les transmiten VALORES con los cuales no coincidimos? Acuérdate cuando la niña (siempre será nuestra niña) vino angustiada porque le decían esa interpretación de la religión y sobre el sexo…”
Estimadas Mamis este es un tema tan importante que trataré de transmitirle mi visión al respecto, con la cual seguramente van a haber varias de ustedes que estarán de acuerdo y otras que no.
Primero que todo los VALORES hacen referencia a los principios que orientan nuestra vida y nuestra manera de comportarnos y que, para una persona, familia y sociedad son correctos, y hasta prioritarios. Cuando nos comportamos de acuerdo a nuestros VALORES nos sentimos bien.
Una definición que me llamó la atención y es muy interesante es la siguiente: “Los VALORES son las normas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto”.
Están relacionados con la cultura o manera de pensar de la sociedad y país en el que vivimos, diferentes y, muchas veces, muy diferentes a la de otras culturas y países.
Una reflexión acerca de los comportamientos extremos y crueles de parte de algunos grupos terroristas, por ejemplo, nos dice que esos comportamientos se deben justamente a los VALORES que los orienta y los lleva a esa crueldad.
Pero no hay que ir tanto a los extremos, para darnos cuenta de las diferencias. Inclusive en nuestra sociedad nos diferenciamos en nuestros VALORES humanos, sociales, éticos, políticos, etc.
Para un ejemplo sencillo, decir malas palabras, grosería, “jayanadas”, no es tolerado por algunas personas y familias, mientras que para otras les da risa y hasta es símbolo de carácter.
Y como los VALORES se transmiten y aprenden realmente más que todo en las familias; es nuestra responsabilidad de madres y de los padres.
Es tan importante el tema de los VALORES, que son la base de la educación familiar de nuestros hijos. De paso quiero mencionar que dentro de los conflictos que ocurren en las parejas con hijos, uno es justamente la diferencia en los criterios para educarlos en los VALORES.
Es muy frecuente que existan opiniones diferentes entre madre y padre. Eso implica que es un tema delicado. Sin embargo, necesariamente la pareja deberá hablar y “negociar” al respecto.
Pero, puede decir alguna de Uds. – mi hija se relaciona con amigas, con maestros, con personas no conocidas inclusive y aprenden conductas no siempre apropiadas -.
Es correcto y totalmente cierto.
Tengamos en cuenta, sin embargo, que nosotras estamos con ellos desde pequeños, cuando se van formando poco a poco los VALORES. Estos VALORES surgen del ejemplo y orientación de parte de nosotras. Si toleramos la indisciplina, o consistentemente nos maltratamos como pareja, aunque sea sólo verbalmente, nuestros hijos posiblemente piensan que el irrespeto es algo normal y tolerable.
Sería imposible ejemplificar todas las situaciones donde transmitimos, sin querer o planificarlo inclusive, VALORES a nuestros hijos, pero si somos conscientes de nuestra responsabilidad, trataremos de estar más atentas.
Lo que muchas personas opinan es que nuestra sociedad está con los serios problemas que conocemos, debido a la falta de VALORES y si bien es cierto, debe agregarse… falta de formación en los VALORES correctos.
En nuestro país los esfuerzos para la formación de VALORES útiles, socialmente provechosos, que pueden llevarnos a una vida más armoniosa con los demás han sido muchos. Inclusive ha habido intentos de reestructurar el pensum escolar o propuesta de leer la Biblia en la escuela como un mecanismo formativo. Aun en este caso no ha habido acuerdos, lo cual demuestra evidentemente que, los encargados de decidir al respecto… tienen VALORES diferentes.
Y así debe de ser porque, no hay VALORES universales y sin dudas, mamita, seguramente que, en su caso no siempre estarás de acuerdo con algunas amigas, sobre cómo educan a sus hijos.
Varias instituciones han usado la publicidad como un mecanismo formativo acerca de los VALORES y debemos reconocer que, en la mayoría de los casos, han sido intentos fallidos.
En esta ocasión quiero hacer mención al hecho que no es posible que yo le diga cuales son los mejores VALORES o los más importantes o cual sería una escala jerárquica de los VALORES diciendo cuales serían los primeros, etc.
La decisión, afortunadamente, está en sus manos. Me podrá decir – de acuerdo, pero cuales son los VALORES en los que puedo fijarme y decidir cuales voy a asumir? (ver al final Listado de algunos VALORES)
Para esta reflexión me voy a basar en una publicación de “El Diario de Hoy” de hace unos meses, quienes, conscientes de la importancia del tema, recopilaron lo que dieron a llamar: VALORES y BUENAS COSTUMBRES. Lo publicaron con 32 temas alusivos y en los que describen cada valor. Debo mencionar que muy atinadamente, no ofrecen ni una jerarquía de VALORES, ni propuesta de los que deben ser más o menos importantes, reconociendo que eso es una atribución familiar.
En este caso voy a mencionar los 32 temas, con la esperanza de que Ud., mamita pueda revisarlos, conocerlos y reflexionar cómo los está trasmitiendo a su niña o niño. Al final de este artículo se detalla otra serie de VALORES.
- RECTITUD
- ORGANIZACIÓN
- SOLIDARIDAD
- RESPONSABILIDAD
- HUMILDAD
- EFICIENCIA
- COMPASIÓN
- SINCERIDAD
- COMPROMISO
- ESFUERZO
- HONESTIDAD
- VALENTIA
- AUTENTICIDAD
- LIBERTAD
- FIDELIDAD
- RECIPROCIDAD
- DIGNIDAD
- AUTOSOSTENIMIENTO
- AMISTAD
- JUSTICIA
- DISCIPLINA
- BONDAD
- GRATITUD
- ADAPTABILIDAD
- AUTOCONTROL
- GENEROSIDAD
- PACIENCIA
- ESPIRITUALIDAD
- COHERENCIA
- AMABILIDAD
- PRUDENCIA
- RESPETO
Hagámonos íntimamente la pregunta: “¿Cuántos y cuáles de estos VALORES estoy transmitiendo o enseñando con mi comportamientos a mis hijos?” y “¿Cuáles de estos VALORES quisiera que mi hijo o hija tuviera cuando sea grande?”
Hay que mencionar que en el mundo, la lista de VALORES puede ser muy diferente y varían mucho, inclusive de país a país.
La verdad es que imposible detallar todos los VALORES que pueden existir, por lo tanto, al final de este artículo detallo 120 VALORES sólo a modo de información.
¿Será posible que yo pueda educar a mis hijos e hijas prestando atención a tantos VALORES?
Es imposible hacerlo de una forma planificada y sistemáticas. Normalmente las familias centran su atención y esfuerzos en los VALORES que, para ellos, son más importantes, orientando a las niñas y niños en ellos.
¿Y los otros VALORES? Hay que decirlo claramente: todos los VALORES se reflejan en nuestro comportamiento, sin que estemos necesariamente conscientes y ya sea que los consideremos importantes o no.
Por ejemplo, vamos caminando por la calle y nos damos cuenta que un invidente tiene dificultades para atravesar una calle. Podemos hacer dos cosas: o lo ignoramos y seguimos adelante (manifestando que no es muy importante nuestros VALORES de Compasión o de Bondad), o le ayudamos a hacerlo (demostrando que sí poseemos ese Valor).
Por ejemplo, nuestra hija se percata de que estamos mintiéndole a una amiga que está visitándonos. Por supuesto que pondrá en duda nuestros VALORES de Rectitud o Sinceridad.
Y así en todo lo que hacemos estamos manifestando hasta que punto un VALORES parte importante de nuestra vida o no lo es.
¿Afecta esto a nuestras hijas e hijos? Claro que sí. Ellos ven lo que hacemos, cómo nos comportamos y asimilan o no el VALOR implicado en esa acción.
Pero no se trata de que nuestros hijos asumen necesariamente y automáticamente nuestros VALORES a partir de que los manifestemos accidentalmente; sin embargo, si lo hacemos de forma consistente es más probable que los adopten y hagan propios. Por supuesto que este aprendizaje no se da solamente a través de que vean como nos comportamos.
Además se aprenden cuando los corregimos o los aconsejamos. Por ejemplo, cuando les decimos que es importante que compartamos con nuestras hermanas los juguetes o algún dulce, estamos fomentando un VALOR.
Al final de este artículo detallo 120 !!! VALORES, en la próxima página, sólo para mostrar la importancia de que seamos consciente de que somos agentes de formación y ejemplo para nuestros tesoros.