El primer mes del año nos proponemos muchas metas por alcanzar y algunas de ellas son: hacer más ejercicio, inscribirte al gimnasio, comer más saludable, etc. Pero, sucede que llega un momento en el que nos desanimamos y es normal, mamitas. No se sientan culpables, nosotras queremos ayudarles a que no pierdan la motivación.
Por eso, les compartimos unos tips que pueden utilizar cuando no sienten ganas de levantarse e ir a hacer ejercicio.
Recuerda por qué empezaste
Si ya llevas un tiempo ejercitándote pero te desanimas, trata de recordar por qué empezaste. ¿Qué fue lo que te llevo a tomar la decisión de hacer ejercicio? Mírate al espejo y piensa en lo que has avanzado, no importa si sea mucho o poco, estas progresando. ¡Continúa!
Pregúntate: ¿Me arrepentiré de saltarme este entrenamiento?
Cuando estés cerca de decir no al entrenamiento pregúntate si luego no te arrepentirás de haberlo hecho. Recuerda que ejercitarte se convierte en un hábito y tu cuerpo al acostumbrarse demanda esa falta de entrenamiento. ¡No te detengas!
Ejercítate en grupo o con otra persona
Sabemos que muchas veces hacer ejercicio solos no basta, a veces necesitamos a alguien que nos apoye y nos dé ánimos para hacer ese set de sentadillas que ya no queremos hacer. Dile a tu esposo, a una amiga o un familiar que te acompañe. No hay nada mejor que hacer ejercicio con alguien que nos motive a continuar con nuestro progreso.
Ponte desafíos a corto y largo plazo
Establece fechas en las que deseas lograr mejoras. Por ejemplo, dentro de 1 mes obtener mayor resistencia para hacer rutinas de ejercicio y dentro de 1 año alcanzar un peso en específico. Recuerda visitar a un nutricionista antes para que te dé el plan más saludable y seguro para obtener tus objetivos.
¡Que nada sea una excusa para seguir haciendo ejercicio, mamitas!