Muy pocos retos son tan importantes como enseñarle a nuestros hijos a tener conocimiento, entendimiento y control sobre sus sentimientos. Podemos enseñarles como por medio de cinco simples pasos de coaching emocional.
Empatía es lo fundamental
Como padres somos modelos a seguir de nuestros hijos. Generaciones anteriores han creído o nos han enseñado que las emociones de los niños no importan, que a los niños tenemos que enseñarles a comportarse, por las buenas o malas; que ya más adelante aprenderán sobre sentimientos. Estudios han comprado que entre más los padres ayuden a sus hijos a comprender y manejar sus sentimientos, mejores relaciones interpersonales tendrán en su vida adulta.
Crear conciencia del mundo interior y sentimientos en nuestros hijos, va a tener un tremendo impacto en su bienestar de adulto. Se ha llegado a creer que es uno de las habilidades más valiosas que un niño puede desarrollar.
Las raíces del Coaching Emocional que ahora les presentamos, fue desarrollada por Haim Ginott, quien fue un terapista de niños. Él exploró cómo respetar los sentimientos de los niños, mientras se trazan límites en su comportamiento.
El núcleo principal de este enfoque es que lo que resistimos, persiste. Puesto de manera distinta, cuando negamos nuestros sentimientos, estos crecen más intensos y confusos. Cuando reconocemos nuestros sentimientos, sanamos y aprendemos a resolver nuestros problemas.
El psicólogo clínico John Gottman, realizó estudios exhaustivos para comprobar que la teoría de Ginott estaba en lo correcto. Empatía es el fundamento de la paternidad o maternidad efectiva.
“Cuando los padres son conscientes de los sentimientos de sus hijos, y tratan de ayudarlos a solventar problemas, los niños tienen un mejor desempeño en el colegio, y en las relaciones con otros. Un padre distante, uno que es duro o distante de las emociones de sus hijos, puede tener un gran impacto negativo en sus hijos. Sus hijos potencialmente tendrán un menor desempeño en la escuela, van a pelear más con otros niños y gozaran de menor salud física.” Dijo Gottman.
Gottman encontró que los padres emocionalmente inteligentes hacen cinco simples cosas cuando sus hijos están inquietos:
- 1. Tomar conciencia de los sentimientos de su hijo
El primer paso para poder lograrlo es pensar, ¿estamos nosotros conscientes de nuestros propios sentimientos¿, entre más cómodos nos sintamos nosotros con nuestros sentimientos, mas podremos aceptar los sentimientos de nuestros hijos.
Esto significa que podemos conectarnos con los sentimientos de nuestros hijos, y aceptar lo que ellos están viviendo sin juzgarlos por ello. - 2. Reconocer el sentimiento como una oportunidad de conectar y enseñar a nuestros hijos.
Podemos encontrar los sentimientos de nuestros hijos incomodos o amenazantes. Imagínate, ¿Cómo se sentirá eso para él o ella?
Es en estos momentos en particular que tu hijo o hija necesita un aliado, y ¡ese eres tú! Al sostener a tu pequeño, al platicar con él o ella, le estas demostrando que tu estas de su lado.No tiene que enfrentar a su reto solo, sin apoyo. Estas Tú para ayudarle a guiar sus pensamientos, eres su confidente en quien confía muchísimo. Puedes ver la oportunidad de verle abrumado par estar más cerca.
- 3. Escuchar con empatía, valida lo que tu hijo está experimentando
Esto es el núcleo de enseñar a los hijos sobre sus sentimientos: Escuchar con empatía.
Existen muchas maneras distintas en lo que nuestros hijos pueden expresarnos lo que sienten, del mismo modo, existen muchas maneras de escuchar dichas expresiones. Pueden llorar, patalear, sus gestos pueden cambiar, incluso puede ser que solamente se mantenga en un extraño silencio y que no quiera compartir nada. Todas estas son maneras de expresar sus sentimientos.Sea cual sea nuestra manera de sentir la lucha que nuestro hijo tiene en ese momento, esta es la oportunidad de reconocer lo que estamos percibiendo de ellos y demostrar empatía hacia lo que sentimos, puede representar ese sentimiento en él o ella. Tomate todo el tiempo necesario, para que tu hijo haga un análisis el solo de lo que está sintiendo en ese momento, por medio de preguntas que lo llevaran a realizar lo que sucede, y déjalo que saque sus propia conclusiones de su comportamiento. Nuestro rol no es decirles lo que sienten, solamente compartir lo que percibimos de ellos, y que estamos tratando de explorar ese sentimiento con amor, para que él o ella pueda aprender a manejarlo.
- 4. Ayuda a tus hijos a clasificar sus emociones
Un niño se abruma fácilmente con sus sentimientos, y puede llegar a creer que estos también puedan ser demasiado para sus padres.
Como padres, podemos guiar a nuestros hijos en clasificar sus emociones a medida estos aparecen. Enseñar cuando un sentimiento representa tristeza, alegría o enojo le ayuda a tu hijo a sobre llevar dicho sentimiento más rápido, recuperarse más rápido y desarrollar resistencia a él. También ayuda a reconocer estos sentimientos como parte de su autoexpresión. - 5. Trazar límites, mientras resolvemos problemas
Una vez tu hijo se haya expresado completamente sobre lo que siente, y tiene una palabra para identificar dicho sentimiento se abre el espacio para poner límites y solventar el problema.Hazle saber que lo que siente es válido, pero al mismo tiempo hazlo reconocer que la acción que este sentimiento provoco no es correcta, dale opciones de cosas que si son correctas por las cuales puede expresar sus sentimientos.
Lo más bello de todo este proceso, es como ayuda a fomentar el amor en la relación con tus hijos.